domingo, 16 de mayo de 2010

S O Ñ A D O R

Y lo acepto, soy un soñador empedernido caminando por la vida, con un saco al hombro, como si fuera un loco de esos que suelen verse en los pueblos de Colombia y hasta en las ciudades, allí llevo todos mis sueños, unos sin empezar, unos sin soñar, unos hechos realidad a medias, otros ya cumplidos, pero eso si, ninguno sin ser abandonado a mitad del camino, eso no me lo permitiría nunca, mis sueños hacen parte de mi, si los dejara por ahí solos, sin un dueño, es como si yo poco a poco mientras transito por la vida me fuera cayendo a pedazos, al final no quedaría nada de mi, quizás un cuerpo, pero, ¿qué es un cuerpo sin alma? Y ¿de qué se alimenta el alma? de sueños, un alma sin sueños que la muevan se cansa y se va, y de verdad es muy duro encontrar un alma que se arto de un cuerpo que nunca decidió cuidarla, es muy obvio, quien no se cansaría así.
¿Pensarme sin sueños? imposible, es más, creo que yo nunca me pienso, siempre me sueño, y por mas inalcanzable que parezca nunca dejo de creer, eso seria quitarle fuerza a mi sueño, quitarle fuerza a mi alma y así nunca podría llegar.
Y así, tranquilo, loco, soñador, vagabundo, vivo mi vida, camino por ella, con mi saco lleno de sueños, luchando a cada segundo por ellos y soñando y soñando y soñando, siendo feliz con lo que tengo, pues en realidad para llegar a donde deseo llegar no necesito más que mis sueños y la fuerza que me da el creer que ninguno esta tan lejos como para que yo nunca pueda alcanzarlo.